Para las nuevas adquisiciones de viviendas a partir de enero de 2013, las deducciones por vivienda habitual serán suprimidas a partir de ese año. Con este, que es el tercer cambio desde 2009, los usuarios que quieran comprar una vivenda se encuentran ante una nueva reforma fiscal que elimina medidas interesantes que proporcionaban un buen ahorro.
Los que han comprado su vivienda habitual antes de 2013, podrán seguir desgravando como hasta entonces, una medida que fue tomada para motivar la compra de nuevas viviendas durante todo el año 2012.
Pero, analizando los datos de la venta de viviendas, no parece que el sector de ladrillo haya aumentado mucho sus ventas desde que se aprobó la reforma. De hecho, el mercado de compraventa sigue su contracción y continúa a la baja, cayendo un 11,4% en el mes de junio.
Según los datos publicados por el Instituto nacional de Estadística (INE) a principios de agosto, en junio se vendieron 25.405 viviendas en España, un 6,9% menos que en mayo y un 11,4% menos que en el mismo mes de 2011. Estos datos, no hacen más que confirmar la tendencia bajista, que ya empezó en el año 2008, por aquel entonces se superaban las 80.000 transacciones al mes.
Aunque la subida del IVA y la próxima desaparición de la desgravación de la compra de la vivienda, debería incentivar la demanda en estos últimos meses del año, parece que, finalmente, la compra de las viviendas (junto con sus precios) seguirán a la baja durante todo 2012 y buena parte de 2013.
Fin al ahorro y a las cuentas vivienda
La eliminación de la deducción de la vivienda pone fin al ahorro de miles de hogares que podían deducirse hasta un máximo de 9.015 euros anuales por declaración o hasta 12.020 euros anuales, en caso de realizar obras para adecuar la vivienda a las necesidades de las personas discapacitadas.
Poco tiempo de vida le queda también a las cuentas vivienda, que podían aliviar su factura fiscal un 15%, hasta un máximo de 9.015 euros, como si del pago de la vivienda se tratase. Laa única condición: comprar la vivienda en un plazo de cuatro años ya que, de lo contrario, deberían devolverse todas las deducciones. Este aspecto era, sin duda, una de las desventajas del producto.
Las cuentas vivienda tenían rentabilidades interesantes, sobre todo, en la época de bonanza del sector inmobiliario. Incluso actualmente, algunas entidades cuentan con remuneraciones muy atractivas.
Pero, con la desaparición de la deducción fiscal por la compra de la vivienda, llegará la desaparición de las cuentas viviendas, que serán reconvertidas en cuentas de ahorro o cuentas remuneradas, sin ningún tipo de ahorro fiscal, pero todavía con buena rentabilidad para el ahorrador medio.